Gabinete de Arquitectura Técnica. Desarrollo de Direcciones Facultativas en obras de edificación.
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El ladrillo con aislante interior de lana de roca

El mundo de la construcción ha sido testigo de una evolución significativa en los últimos tiempos, particularmente con la presentación de un elemento esencial pero reinventado: el ladrillo. La empresa austriaca Wienerberger ha dado un giro radical al concepto tradicional de los ladrillos de terracota al presentar el ISObric, un componente que está transformando la forma en que construimos edificaciones. Este avance ha generado un impacto considerable en la industria, ofreciendo soluciones más sostenibles y eficientes en la edificación de estructuras.

Historia del ladrillo

Durante milenios, los ladrillos han sido una parte integral de la construcción. Desde las antiguas civilizaciones que usaban ladrillos de barro secados al sol hasta el advenimiento de los ladrillos de terracota y arcilla cocida, su presencia en la edificación ha sido innegable. Estos ladrillos, que resistieron el paso del tiempo, han sido la base de estructuras monumentales y modestas viviendas. Sin embargo, el ISObric marca un punto de inflexión. Surge de la necesidad de modernizar el ladrillo clásico, fusionando la tradición con la innovación. Este nuevo enfoque representa un cambio radical en la forma en que concebimos la construcción.

Composición y características del ISObric

El ISObric de Wienerberger está fabricado con arcilla terracota y relleno de lana de roca hidrófoba, este ladrillo redefine las capacidades estructurales y de aislamiento. Su diseño, con celdas internas rellenas de lana de roca, otorga propiedades excepcionales. La combinación de arcilla y lana de roca no solo mejora su resistencia térmica, sino que también proporciona una protección eficaz contra la humedad y el fuego, siendo una solución duradera y eficiente.

El ISObric presenta una resistencia térmica excepcional (R=2,00 m².K/W), asegurando un confort térmico continuo durante todas las estaciones. Esta característica no solo optimiza el ahorro energético, sino que al mismo tiempo garantiza una regulación efectiva de la temperatura interior, reduciendo la necesidad de sistemas de calefacción y refrigeración, lo que a su vez disminuye la huella ambiental.

Contribución a la eficiencia energética y sostenibilidad

El ISObric destaca por su excelente rendimiento y por su contribución a la sostenibilidad. Al reducir el consumo energético de los edificios, este ladrillo se posiciona como un aliado clave en la lucha contra el cambio climático. La combinación de materiales naturales y su capacidad para regular la humedad dentro de las estructuras previene la formación de moho y garantiza ambientes interiores saludables y sostenibles a largo plazo. Este avance representa una mejora en la eficiencia de las edificaciones, influyendo en la percepción del diseño arquitectónico. El ISObric es una pieza clave para la creación de espacios habitables, energéticamente eficientes y sostenibles, mostrando un camino hacia un futuro más responsable con el medio ambiente en el sector de la construcción.

Instalación e injerencia en construcción

Este ladrillo mejora la eficiencia estructural y energética. Su peso reducido, cerca de un 60% menos que los ladrillos convencionales, simplifica significativamente su manipulación en obras, agilizando el proceso de instalación y reduciendo el esfuerzo físico requerido por los trabajadores. Esta característica optimiza los tiempos de construcción y disminuye los costos asociados a la mano de obra y al transporte de materiales. Además, el diseño inteligente permite liberar espacio habitable dentro de las estructuras. Este material proporciona una mayor flexibilidad en la distribución del espacio, adaptándose mejor a las necesidades y preferencias de los ocupantes.

Conclusión

El ISObric de Wienerberger representa un cambio en la industria de la construcción. Más allá de ser un simple material de construcción, este ladrillo ha redefinido los estándares de eficiencia, sostenibilidad y diseño arquitectónico. Su impacto no se limita a la mejora de la resistencia estructural o la eficiencia energética; su influencia se extiende a la manera en que concebimos y creamos espacios habitables.

Maitén Ailén Milicich: Miembro del equipo de Marketing de Habitium y colaborador con Equipo Aparejador.

equipo aparejador - Arquitecto Técnico – Madrid
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